"La Hamaca" Preso en su misma cadena quedó al fin el amor niño y arde en su pecho de armiño el amor de una Sirena. En vano con loco anhelo rechaza el tirano yugo; que es víctima sin consuelo quien sin piedad fue verdugo. Y por la playa arenosa va llorando sus pesares, al ver la Sirena hermosa cruzar los azules mares. Y va la playa siguiendo sin librarse de su pena y entre los tumbos oyendo el cantar de su Sirena. Ella en las ondas se mece, él tiende el arco pujante, y ella... ríe y desaparece entre la espuma flotante. Venus, por calmar su pena y su pasión desgraciada, teje una red encantada para pescar la Sirena. Lanza las redes Cupido, y al ver que logra su intento, dando sus alas al viento deja la red en olvido. Un ignoto pescador entre las ondas la saca y se convierte en hamaca las que eran redes de amor.
Riva Palacio, Vicente, “La hamaca” en Páginas en Verso, México: Librería La Ilustración, 1885, pp. 116-117.