FRANCISCO CERVANTES SALAZAR (CA. 1514/1518-1575)

Don Nicolás Antonio, al mencionar el libro de Cervantes, dice quem vulgus terit: expresión que Beristain creyó despreciativa, tomándola en el sentido de que el libro «andaba entre los pies del vulgo;» mas en esto padeció error el erudito deán, porque tero, tratándose de libros, no significa «traer entre los pies» o «pisotear, » sino «andar en manos de muchos, tener muchos lectores,» lo cual, lejos de ser una calificación injuriosa, demuestra más bien estimación. Horacio (Ep. I, lib, II) dijo: 

…. Quid nunc esset vetus? aut quid haberet

Quod tegeret tereretque viritim publicus suus?

que Burgos tradujo: 

” ¿Qué habría antiguo ahora? ¿Cuáles libros leyera y releyera todo un pueblo? “

En Marcial vemos (Epig. 3, lib. VIII) Teritur noster ubique liber, y (Epig. 3, lib. XI) A rigido teritur Centurione liber. Seguramente que Marcial no había de decir que su libro era pisoteado en todas partes, y hasta por los soldados. Lo único de don Nicolás Antonio que pudiera interpretarse en mala parte, es la circunstancia de decir que el libro andaba en las manos del vulgo, cuando pudiera haber dicho en las de todos; si bien vulgus significa también el público en general, y no exclusivamente lo que nosotros entendemos por vulgo. Se acaba de desvanecer la sospecha al ver que el artículo termina mencionando el elogio que Ambrosio de Morales hizo de las obras publicadas por Cervantes; tal vez la expresión vulgus sólo significa que por estar escritas esas obras en romance, se hablan vulgarizado. Pero sea favorable o adversa la calificación, ¿qué motivo tuvo don Nicolás Antonio para hacerla? Si es un elogio, no parece fundado, porque el libro no se había impreso sino una sola vez en más de un siglo, lo cual no es indicio de gran popularidad. Si es una frase de desprecio, no es justa, porque el libro no es despreciable, ni por su asunto ni por su desempeño. No puede pensarse tampoco que alguna pasión influyese en el ánimo del gran bibliotecario español, pues se trataba de un autor que sobre llevar un siglo de muerto, le era totalmente desconocido (n. del a).


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