JUAN DÍAZ COVARRUBIAS (1837-1859)

Por Enrique Olavarría y Ferrari

Olavarría y Ferrari, Enrique de, El arte literario en México: noticias biográficas y críticas de sus más notables escritores. 2ª ed. Madrid: Espinosa y Bautista, ¿1878? pp. 147-149.

La muerte de la señora Covarrubias fue anterior a la salvaje matanza de Tacubaya, llevada a cabo por el funesto Leonardo Márquez, general de las sanguinarias fuerzas que defendían los intereses del clero. Jugada aquella batalla terrible, que perdieron los ejércitos liberales, el vencedor, con toda la sangre fría que en la hiena nos espanta, sació su rencor fusilando en masa a todos sus prisioneros. 

Don Juan [Díaz] Covarrubias, que vivía en México distante una legua corta de Tacubaya, se trasladó inmediatamente al campo de batalla a fin de prodigar a los heridos los socorros que en su mano ponía su brillante carrera, acompañándose de otros jóvenes igualmente médicos; pero todos ellos eran liberales y las hordas victoriosas, ebrias con la sangre vertida, al recorrer el campo dieron con Juan Covarrubias y sus amigos, y arrancándolos del pie del lecho de los pacientes, los condujo al lugar del sacrificio, fusilándolos con una inhumanidad sin ejemplo en la historia de ningún otro país. 

Juan Díaz Covarrubias, joven, casi niño aún, era no sólo un médico notable, sino también un inspirado poeta: sus obras principales se titulan Impresiones y sentimientos, La clase media, El diablo en México y Gil Gómez el insurgente. Acerca del carácter literario del joven mártir de Tacubaya, dice Altamirano lo siguiente:

“Aquella vaga tristeza que no parecía sino el sentimiento agorero de su trágica y prematura muerte; aquella inquietud de un alma que no cabía en su estrecho límite humano; aquella sublevación instintiva contra una sociedad viciosa que al fin había de acabar por sacrificarle; aquella sibila de dolor que se agitaba en su espíritu, pronunciando quién sabe qué oráculos siniestros; aquella pasión ardiente y vigorosa que se desbordaba como lava encendida en su corazón: he aquí la poesía de Juan Díaz Covarrubias, he aquí sus novelas”. 

“Hay en su estilo y en la expresión de sus dolores precoces… en sus infortunios quiméricos, algo como un presentimiento de su horrible martirio… amaba al pueblo, pues se sacrificó por él: tenía una bondad inmensa, un corazón de niño y una imaginación volcánica, y todo esto se refleja en sus versos y en sus novelas, en cuya lectura cree uno ver a uno de esos proscriptos de la sociedad que arrastran penosamente una vida de miseria y de lágrimas, y no a un joven estudiante de porvenir, bien recibido en la sociedad, y llevando una vida cómoda y agradable, como realmente lo era… El numen de la muerte le inspiraba, y todas estas quejas eran exhaladas con anticipación para ir a morir repentinamente y en silencio en el Gólgota de Tacubaya”. 

Transcripción y edición por Fernando A. Morales Orozco

Hipervínculos porVerónica Yaneth Galván Ojeda