José de Jesús Núñez y Domínguez (1887-1959)

Por Alberto María Carreño (1875-1962)1

Alberto María Carreño, “José de Jesús Núñez y Domínguez”, en Memorias de la Academia mexicana correspondiente de la española, Tomo XVII, México: Jus, 1960, pp. 164-165.

José de Jesús Núñez y Domínguez

Retrato de José de Jesús Núñez y Domínguez. Disponible en la mediateca del D.R. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.

Dos instituciones de altísima cultura: la Academia Mexicana de la Lengua  y la Academia Mexicana de la Historia se han vestido de luto al ver vacío uno de sus asientos: el que ocupó un notable hombre de letras y poeta de honda inspiración; el que ocupó uno de los investigadores e historiadores más respetables que ha tenido el país en los días que vivimos: José de Jesús Núñez y Domínguez.

Pero no sólo esas dos instituciones sienten que el llanto empaña los ojos de sus miembros, porque lloran al desaparecido cuantos aman las letras, cuantos aman la historia.2 

Retrato joven de José de Jesús Núñez y Domínguez. Disponible en la mediateca del D.R. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México.

Muy joven aún, Núñez y Domínguez comenzó a vaciar en el periódico3 los tesoros de ternura que abrigaba su alma; los conocimientos que acerca de nuestro pasado había comenzado a acumular. 

Entonces lo conocí; jovial e inteligente por extremo, despertó mi simpatía y mi admiración, y esa lejana época en que nació nuestra amistad, pude asomarme más y más al fondo límpido de su alma y de su inteligencia. 

Pasaron los años; su obra artística4 le ganó el ingreso en la Academia de la Lengua, que acogió con alegría y con entusiasmo su labor de pensador y de poeta; pero el amor que sentía Núñez y Domínguez por la historia le hizo juzgar que era necesario crear un cuerpo que en ella se ocupara y por esto con un grupo de historiadores fundó la Academia Mexicana de la Historia que dio nacimiento a la actual correspondiente de la Real de Madrid. 

Y el doblemente académico realizó una obra de extraordinaria belleza desde el punto de vista literario; extraordinariamente sólida desde el punto de vista histórico. Él actuó con fervor en el Museo Nacional de Arqueología e Historia; él presidió uno de los congresos de Historia y él formó el Museo de Chapultepec.

Retrato de perfil de José de Jesús Núñez y Domínguez. Disponible en la mediateca del D.R. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México
Retrato con texto manuscrito de José de Jesús Núñez y Domínguez. Disponible en la mediateca del D.R. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México

Mas hay un aspecto de Núñez y Domínguez que es imposible olvidar : el joven bullanguero que se inició en el periodismo y que como periodista fundó y dio nombre al gran periódico Excélsior, que en Revista de Revistas ayudó a la formación de otros escritores jóvenes4, se tornó en un hombre severo que juzgó debía dirigir sus pasos por otros caminos y escogió el de la diplomacia. 

¿Pero esto lo apartó de sus antiguas actividades? En manera alguna. El diplomático siguió siendo académico, siguió siendo periodista y entonces animoso estableció bibliotecas y corporaciones científicas y literarias, ganando así amistades y aplausos para México. 

Retrato con texto manuscrito de José de Jesús Núñez y Domínguez. Disponible en la mediateca del D.R. Instituto Nacional de Antropología e Historia, México

Por ello su desaparición nos llena de luto y desconsuelo; su pluma ha quedado inmóvil para siempre; sus actividades artísticas y científicas se han paralizado en definitiva. Sin embargo su memoria seguirá viviendo y será en lo futuro un ejemplo imperecedero. 

Recibe, amigo querido, el testimonio sincero y puro de nuestro dolor por tu desaparición entre nosotros. 

En su entierro. México, abril 6 de 1959.

Trascripción y edición por A. Fernando Morales Orozco

Hipervínculos por Patricia Huerta Lozano