Por Luis G. Urbina (1864-1934)
Julio Ruelas (1870-1907)
Urbina, Luis G. Retratos líricos, prólogo de Balbino Dávalos y dibujos de Julio Ruelas. México, Editorial Stylo, 1946.
Soneto VI Y tú también —¡oh irónico!— fuiste un atormentado. También en tu semblante cetrino y aguileño, Pasaba, entre la mueca de burla y desenfado, una encubierta nube de pesar zahareño. Parecías sencillo, pero eras complicado: enfermizo y alegre, vigoroso y cenceño, en apariencia frívolo; más en cada diseño ¡qué pensador terrible, furente y delicado! Tu hatchis era el ósculo, y el vino tu beleño. Tu arte fue una mezcla de sombras de alienado Y luces de vidente. Y un buen día halagüeño, en París, la Esquelética te sorprendió, sentado —ente un coro de Ninfas en Montparnasse, risueño— a la diestra de Nuestro Viejo Padre, el Pecado.
Transcripción porMiguelÁngel de la Calleja
Hipervínculos porDiego Eduardo Esparza Resendiz